Uno de los símbolos más representativos del Puerto Olímpico son los dos rascacielos de 156 m de altura que se levantan a su lado, la Torre Mapfre y el Hotel Arts, visibles desde cualquier punto de Barcelona. Su presencia facilita mucho la aproximación a los barcos.
El puerto ha sido construido en el año 1991 para albergar las competiciones de vela de los Juegos Olímpicos de 1992 y en el mismo tiempo para actuar como catalizador de un cambio urbano de la costa norte de la ciudad. Ha resultado una estructura rectangular con tres diques de cierre de más de 7 metros de altura y una superficie de aproximadamente 8 ha. Dispone de 740 amarres para embarcaciones de hasta 30 metros de eslora.
El Puerto Olímpico de Barcelona es hoy en día una de las mejores zonas de ocio de la capital catalana, con una amplia oferta de discotecas, bares y restaurantes.