Las flores, y especialmente los claveles, son el protagonista excepcional de las celebraciones. La procesión de Corpus y el séquito festivo pasan por encima de largas alfombras de flores, verdaderas obras de arte efímeras preparadas con mucha antelación, o por debajo de las enramadas que adornan las calles.
Las más espectaculares alfombras de flores confeccionadas por los vecinos durante la festividad del Corpus Christi se pueden ver en Sitges (Garraf) y La Garriga (Vallès Oriental). Las fiestas tradicionales de las Enramadas de Arbùcies (Selva) y Sallent(Bages) atraen también muchos turistas.
En Barcelona, la popular procesión de Corpus Christi se divide en dos partes: la procesión religiosa, organizada por el Cabildo de la Catedral, y la procesión festiva, organizada por el Ayuntamiento. Después de la misa solemne oficiada en el Plaza de la Seu, las dos procesiones se juntan y desfilan por varias calles del Barrio Gótico. El programa festivo incluye también bailes de sardanas y la tradicional costumbre del "L'ou com balla" (El huevo como baila) que consta en colocar un huevo vacío sobre el chorro de agua de varias fuentes situadas en claustros, patios o jardines.