Considerado una obra capital de la arquitectura románica en la Península, el conjunto es construido en terrazas y incluye edificaciones de diferentes épocas. Aunque documentado desde el siglo IX, el monasterio sólo a partir del año 945 es considerado una abadía benedictina independiente, llegando a su máximo esplendor entre los siglos XI y XII y convertiendose en un punto de peregrinaje de la época. Desde el ano 1993 el monumento es declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
✔ La iglesia, de estilo románico influido por la arquitectura tardorromana, es el máximo exponente del grupo arquitectónico. Tiene planta de cruz latina con tres naves con bóveda de cañón, con crucero y tres ábsides. La nave central es espléndida y de gran dimensión. Un elemento muy destacado de la iglesia es la gran diferencia de altura entre la nave central y las laterales y la extraordinaria decoración escultórica de sus capiteles. Bajo el ábside se encuentra la cripta.
✔ El claustro del siglo XII, la parte central del conjunto. En torno a el se distribuyen el resto de construcciones.
✔ El campanario, del siglo XI-XII, situado en la fachada de poniente del monasterio. Es de estilo románico lombardo de planta cuadrada y con tres pisos de ventanas. Alcanza los 27 metros de altura.
✔ La torre de homenaje, del siglo X y reformada en el siglo XIV.
✔ Los restos del palacio abacial.