Las primeras noticias documentadas de la existencia de una antigua abadía benedictina datan del siglo IX. En la Edad Media el de Sant Cugat fue el monasterio más importante de todo el condado de Barcelona. Las obras de construcción de un nuevo monasterio se iniciaron a mediados del siglo XII y las obras de fortificación en el siglo XIV. En el siglo XV empezó el periodo de decadencia, sufriendo sucesivas transformaciones hasta llegar a ser abandonado en el año 1835.
✔ La imponente iglesia de tres naves cubiertas con bóveda de crucería, construida entre los siglos XII y XIV, un claro ejemplo de la transición entre el estilo románico y el gótico. En la fachada llama la atención el gran rosetón central de 8,2 metros de diámetro. Dentro de la iglesia destacan el cimborrio octogonal y los retablos, entre los que sobresale el retablo gótico de Todos los Santos (siglo XIV).
✔ El campanario de torre, adosado a la iglesia. El cuerpo principal es de estilo románico lombardo. La parte superior es de mediados del siglo XVIII.
✔ El claustro, el elemento más importante del conjunto por su estructura y por la decoración de los capiteles. Se trata de un magnífico ejemplo del arte románico catalán (siglo XII), de planta cuadrada con arcos de medio punto apoyados sobre columnas dobles. El claustro acoge actualmente la sede central del Museo de Sant Cugat.
✔ Los muros y torres de defensa (siglo XIV), parcialmente conservados.