La fortaleza es un testigo fiel de la historia de la urbe bimilenaria de Tortosa. Fue construido en el siglo X, bajo el califato de Abderramán III, sobre una antigua acrópolis romana. Del periodo islámico se conserva la base y el trazado de las murallas, el pozo y la necrópolis. Tras la conquista cristiana de la ciudad en el año 1148, el castillo se convirtió en prisión, residencia templaria, sede del tribunal de justicia y palacio real. Durante los siglos XV y XVII fue sucesivamente adaptado a las nuevas exigencias militares de defensa, con la construcción de varios fortines en los cerros adyacentes.
Muchos años de abandono y los destrozos sufridos durante las guerras han transformado el recinto en ruinas. Restaurado y en buena parte reconstruido a principios de los años 80, el castillo alberga actualmente un moderno parador nacional de turismo.
✔ El pozo árabe que da el nombre al castillo, de gran diametro y profundidad. Destinado a abastecer de agua a la fortaleza, el pozo esta situado en el centro del patio descubierto.
✔ La torre Túbal, tambiên conocida popularmente como la punta del Diamante, situada en el extremo del montículo, sobre la catedral. Desde esta torre circular se obtienen una perfectas vistas de la ciudad y del valle del Ebro.
✔ La torre de homenaje, totalmente restaurada durante la conversión del castillo en Parador.
✔ La necrópolis islámica, el único cementerio árabe a cielo abierto conservado en Cataluña.