Los gigantes (els gegants en catalán) son una costumbre que data de la Edad Media, con origen en las procesiones del Corpus, donde eran presentes elementos festivos inspirados en la mitología bíblica. Con el tiempo han perdido la función religiosa y se han hecho presentes en las fiestas mayores. En el siglo XVI apareció la figura femenina, la giganta, y más tarde han aparecido los cabezudos.
La tradición de los gigantes consiste en hacer desfilar varias figuras de varios metros de altura. El portador hace girar y bailar el gigante al son de la música y los tambores. A diferencia de los gigantes que son unas figuras muy altas, creando un efecto solemne, los cabezudos (els capgrossos) son de menor altura y con grandes cabezas, lo que genera un efecto más cómico. Las personas que llevan los gigantes o cabezudos se llaman giganteros (geganters o bastaixos en catalán). Los grupos de giganteros (colles geganters) reúnen aparte de portadores a músicos o acompañantes.