Las dos grandes obras arquitectónicas de Lluís Domènech i Montaner, el Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1997, considerando que son obras maestras de la imaginativa y exuberante Art Nouveau que floreció a principios de siglo 20 de Barcelona. Estos dos magníficos edificios, junto a las obras de Antoni Gaudí, son los únicos de Barcelona que ostentan esta catalogación.