Antiguamente el lugar ocupado hoy por la Plaza de Cataluña era una gran descampado situado fuera de las murallas de la ciudad. La urbanización se inició en 1902 siguiendo el proyecto del arquitecto Pere Falqués. El 2 de noviembre de 1927 la plaza fue inaugurada por el rey Alfonso XIII. Aquí se ubicaban algunos de los hoteles, restaurantes y teatros más lujosos de Barcelona, pero de la mayoria hoy quedan sólo recuerdos, siendo reemplazados por edificios más modernos.
La plaza alberga varias fuentes ornamentales y numerosas esculturas de importantes artistas como Josep Llimona, Enrique Casanovas, Pau Gargallo, Josep Clarà y otros. Llama la atención el monumento dedicado a Francesc Macià, una obra de Josep Maria Subirachs colocada en 1991 en el extremo sur, frente a las Ramblas. El mosaico multicolor de la parte central de la plaza representa una Rosa de los Vientos pero no coincide con los puntos cardinales.
La Plaza de Cataluña es uno de los centros de transportes más importantes de Barcelona. De aquí parten ocho de las principales arterias de la ciudad. Numerosas líneas de autobuses, metro y ferrocarriles salen o tienen parada en la zona.