Una multitud de turistas y lugareños desfilan de día y hasta altas horas de la noche delante de estatuas humanas, artistas callejeros, kioscos de prensa y flores, cafeterías, terrazas, restaurantes y comercios. Un ambiente vibrante, con mucho color y movimiento.
Descendiendo desde la Plaza de Catalunya, La Rambla recibe en sus diferentes tramos diferentes nombres.
Situada en la parte más alta de las Ramblas, recibe el nombre de la pequeña Fuente de Canaletes, uno de los lugares más concurridos de la ciudad.
Llaman la atención la iglesia de Betlem, barroca del siglo XVII, y el Palacio Moja, o Palacio del Marqués de Comillas, edificio civil neoclásico del siglo XVIII.
La parte más colorida y perfumada de Las Ramblas, también llamada Rambla de las Flores, repleta de puestos de flores y plantas. En esta zona se encuentran el célebre Mercado de la Boquería y el Palau de la Virreina, suntuoso palacio barroco construido a finales del siglo XVIII.
Conocido también como la Rambla del Centro, este tramo empieza con la pequeña plaza del Pla de la Boquería. Cuenta con numerosos puntos de interés: el Gran Teatro del Liceu, el más prestigioso de Barcelona y considerado uno de los más importantes teatros de ópera del mundo; la Casa Bruno Quadros, llamada popularmente "Casa de los paraguas", un edificio ecléctico con un gran dragón chino de hierro forjado que sobresale de la fachada; la antigua Casa Figueres, buen ejemplo del modernismo barcelonés.
El último tramo antes de llegar al puerto es una animada zona que todavía conserva algunos viejos edificios como la Antigua Fundición de Cañones, edificio neoclásico del siglo XVIII, el austero Palacio Marc y el edificio de mármol del Crédito y Docks. Al final de Las Ramblas encontramos el Mirador de Colón.